En Regiones Posconflicto, un Enfoque Cuidadoso y a Medida Para Desarrollar Proyectos Sostenibles
Apr 9, 2018
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Luca Marini y Pilar Larreamendy
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Mientras que una gran parte de América Latina se encuentra en paz, existen zonas de América Central y del Sur que han tenido que enfrentar conflictos internos incluso en la segunda mitad del siglo anterior. Países como Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Colombia y Perú han visto guerras civiles y otros conflictos internos que tuvieron severos impactos sobre las poblaciones locales. La evidencia muestra que las comunidades vulnerables y marginalizadas se vieron particularmente afectadas en las áreas donde los enfrentamientos fueron peores, y sufren hasta hoy las consecuencias. Durante los numerosos conflictos, muchos miembros de comunidades afectadas perdieron sus tierras y debieron ser reasentados, dejando a las comunidades más empobrecidas y, en ocasiones, con un vacío generacional. Un ejemplo de esto lo constituyen los colombianos afectados por grupos paramilitares, el tráfico de drogas y enfrentamientos armados, o el legado de la Guerra Civil Salvadoreña. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) desempeña un papel fundamental en relación con el trabajo en áreas que enfrentan condiciones posconflicto. Después de todo, el BID apunta a promover el desarrollo de comunidades y regiones necesitadas y a la vez apoyar la sostenibilidad ambiental y social. Sin embargo, llevar adelante proyectos de desarrollo en estas regiones difiere de invertir en regiones que no han conocido las crudezas de un conflicto.